La tartamudez en el arte (casi) actual [5]

 

«Andrés Caicedo era tartamudo, pero tenía tanta fe en sí mismo que lo primero que pretendió ser fue actor de teatro  […] Andrés no solo era feo y daba la sensación de no haberse bañado: era tartamudo […] La última vez que me encontré con Andrés fue unos días antes de su muerte […] Quien estaba frente a mí era un hombre al que se le salía por los poros el exceso de droga y le atormentaba estúpidamente la angustia de no haber podido ser como los demás […] Andrés, con un poco mas de formación y un poco menos de droga, habría sido el gran producto literario colombiano de finales del siglo XX.Las mujeres que lo rodearon, desde su casa materna hasta su apartamento en el Corkidi, lo ahogaron en su propia genialidad y no le dejaron ni siquiera el salvavidas del amor para que pudiera sobreaguar. Ellas son las culpables de que el tartamudo no haya seguido haciendo literatura» [1]

[1] Gustavo Álvarez Gardeazábal, «El tartamudo genial», Universo Centro, nº 34, mayo de 2012.

FURTHER READING:

La tartamudez en el arte actual [1]  / 14-Octubre-2011

La tartamudez en el arte actual [2]  / 25-Octubre-2011

La tartamudez en el arte actual [3] / 10-Enero-2012

La tartamudez en el arte (casi) actual [4] / 01-Febrero-2012

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